La población de la autonomía moldava de Gagauzia se congregó este domingo en el centro de Comrat, la capital administrativa, para reclamar la dimisión de la presidenta Maia Sandu por el alza de las facturas de gas y calefacción.
«Nuestro Gobierno no sabe negociar, unámonos y mandemos a todos al diablo», dijo Sergei Stoianoglo, representante de las autoridades regionales de Gagauzia, en una concurrida manifestación.
Stoianoglo denunció que a la presidenta Sandu solo le preocupa la situación en Ucrania y no le importa el impacto del aumento de las tarifas en el bolsillo de los moldavos.
La protesta terminó de forma pacífica, pero los manifestantes advirtieron al Gobierno central que volverán a salir a la calle si no atiende sus demandas.
El 28 enero el Gobierno moldavo aprobó el aumento de las tarifas del gas y de la calefacción. El precio de combustible se elevó de 569 a 785 dólares por mil metros cúbicos, y entró en vigor retroactivamente a partir del 1 enero pasado.
Moldavia y la empresa gasística Gazprom renovaron el contrato el pasado 29 de octubre por otros cinco años tras meses de negociaciones infructuosas. El anterior había vencido a finales de septiembre.
Según indicó Gazprom, la empresa prácticamente cerró el acuerdo en las condiciones moldavas.
En diciembre, el precio del gas para el país ascendió a 550 dólares por 1.000 metros cúbicos. En enero, debe pagar a Gazprom 647 dólares por 1.000 metros cúbicos de combustible. El precio se mantiene por debajo de las cotizaciones en el mercado ‘spot’ europeo que actualmente rondan los 1.000 dólares por mil metros cúbicos.
Moldavia aún tiene pendiente una deuda de 700 millones de dólares a Gazprom, que deberá ser regularizada, según los acuerdos, este año.
El país importa anualmente alrededor de 3.000 millones de metros cúbicos del combustible para cubrir su demanda interna.
Sputnik
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