Los problemas psicológicos y emocionales afectan al 85 % de la profesión, con ansiedad, insomnio, depresión…
Son datos de una encuesta del Consejo General de Enfermería, que vuelve a denunciar el «déficit» y la «precariedad».
Casi la mitad de las enfermeras (46,5 %) se ha planteado abandonar la profesión a raíz de la pandemia de coronavirus y sus efectos «demoledores» en la salud del colectivo, según una macroencuesta del Consejo General de Enfermería.
El estudio Radiografía de la situación profesional y emocional de la profesión enfermera ha revelado este lunes que el 85 % de las enfermeras ha visto afectada su salud mental, con diferentes manifestaciones: un tercio ha sufrido depresión; seis de cada diez han padecido insomnio; y algo más de dos terceras partes, episodios graves de ansiedad (67,5%). Además, el 88,5 % reconoce haber sufrido estrés y el 58 % temor y miedo por la pandemia.
Estos datos son la ‘cara B’ del impacto de la COVID-19 en la salud física de los y las profesionales de la enfermería, que registran una incidencia de contagios de más del doble que la población general. Cerca de la mitad (48 %) han pasado la enfermedad y, de ellos, un 14,5% ha estado contagiado más veces.
«La sobrecarga asistencial, que ha supuesto la pandemia por COVID-19 para todas ellas, ha sido la puntilla para esta profesión», ha afirmado el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, durante la rueda de prensa de presentación, junto a José Ángel Rodríguez, José Luis Cobos y Diego Ayuso, presidente, vicepresidentes segundo y tercero y secretario general.
El 92 % cree necesario movilizarse ante una situación «insostenible»
Los resultados de la encuesta, realizada a 19.300 enfermeras y enfermeros durante las primeras semanas de enero de 2022, ponen de manifiesto que la situación es «insostenible» y «preocupante», especialmente entre los profesionales de Cuidados Intensivos, Atención Primaria, Sociosanitaria y Urgencias.
El 46,5 % se ha planteado abandonar la profesión y tres de cada diez no volverían a estudiar la carrera. Asimismo, el 63 % de los profesionales que podrían obtener la jubilación barajan solicitarla, aunque su pensión se vea mermada. De acuerdo con la encuesta, también el 16,5 % han tenido que pedir la baja por ansiedad, estrés o agotamiento mental, siendo el área sociosanitaria en la que más ha ocurrido (19 %).
En cuanto a sus condiciones laborales, las enfermeras califican con un suspenso sus opciones de conciliación laboral y familiar (con un 2,97 sobre 10), la carga de trabajo (3,35), el reconocimiento de la carrera profesional (2,92), el salario (3,37) y el desarrollo de las especialidades (2,28). Los aspectos más valorados son la estabilidad laboral y los turnos, si bien tampoco llegan al aprobado (4,89 y 4,51, respectivamente).
Según los datos de la organización profesional, la práctica totalidad de las enfermeras (el 99 %) no se siente reconocida por la clase política y no confía en que vayan a poner en marcha soluciones a sus problemas, mientras el 92 % cree que es necesario movilizarse para exigir medidas frente a la sobrecarga de trabajo, el agotamiento físico y mental, las condiciones laborales, el reconocimiento profesional y el desarrollo efectivo de las especialidades enfermeras, entre otras cuestiones. El 76 % asegura que participaría en las protestas.
Déficit crónico de enfermeras en el sistema sanitario
Al hilo de la presentación del estudio, los representantes del Consejo General de Enfermería han denunciado este lunes una vez más el «déficit crónico» de enfermeras en el sistema sanitario español y sus condiciones laborales, «con contratos precarios que duran incluso días sueltos, rotaciones por todo tipo de servicios clínicos, salarios muy bajos, pérdida de poder adquisitivo durante una década y altas cargas asistenciales por tener una de las ratios de enfermera por paciente más baja de Europa», ha expresado Pérez Raya.
La solución, opinan desde el Consejo General de Enfermería, pasa por aumentar las plantillas. El 94 % de los y las encuestadas han coincido en esta opinión y creen que deberían incrementarse entre un 33 y un 100 %, esto es, donde ahora hay tres enfermeras debería haber entre cuatro y seis. De nuevo, los servicios de atención primaria, cuidados intensivos y urgencias son los más deficitarios.
Por último, el colectivo de profesionales (97 %) respalda la reivindicación de la organización de profesionales para que las enfermeras sean incluidas en el Grupo A1 del personal de la Administración General de Estado, y no en el «injusto» A2 en el que se encuentran ahora.
RTVE
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