El ministro de exteriores ruso, Serguéi Lavrov, no tuvo pelos en la lengua a la hora de comentar los resultados de la reunión que sostuvo con su homóloga británica Liz Truss, reunión que tildó de decepcionante.
El alto funcionario ruso destacó que Moscú no busca confrontación y quiere lograr una normalización de las relaciones, lo que puede lograrse solo si se acatan los principios de igualdad y el respeto de los intereses de las dos partes.
Con ello, la imposición de ciertas condiciones y las amenazas son un camino sin salida, pues las relaciones deben ser «una calle que va en dos sentidos». Pero, al mismo tiempo, lamentó que las conversaciones con los socios internacionales no lleven a ninguna parte.
«Me decepciona que la conversación que mantenemos resulte un poco como un sordo hablando con un ciego (…) Me ha parecido que nuestros colegas o bien no están familiarizados con nuestras explicaciones detalladas o bien las ignoran por completo”, dijo Lavrov.
También sostuvo que es lo mismo que cuando «afirman que Rusia está esperando a que el suelo se congele y se ponga como una piedra para que los tanques puedan pasar tranquilamente al territorio ucraniano. Me parece que nuestros colegas británicos han tenido hoy el mismo terreno».
Añadió que las decisiones de Reino Unido y EEUU de retirar a su personal diplomático y a sus familias de Kiev por temor a un conflicto carecen de fundamento.
«Ya hemos empezado a pensar: quizá son los anglosajones los que están preparando algo si evacúan a sus empleados. Nosotros también analizamos sus acciones y, probablemente, también aconsejaremos al personal no esencial de nuestras misiones diplomáticas que abandone el país durante un tiempo. No sé qué ideas tienen los colegas anglosajones», expresó el diplomático ruso.
La ministra de Exteriores británica volvió a advertir a Rusia contra la invasión de Ucrania, afirmando que se impondrán «severas sanciones dirigidas a individuos e instituciones».
«El ministro Lavrov me ha dicho hoy que Rusia no tiene planes de invadir Ucrania. Pero necesitamos que esas palabras vayan seguidas de acciones y que las tropas y el equipo que están estacionados en la frontera ucraniana se trasladen a otro lugar. Porque actualmente es una postura muy amenazante», concluyó Truss.
Poco después de esta reunión, tanto el Departamento de Estado como el propio presidente estadounidense Joe Biden pidieron a sus ciudadanos que se encuentran en Ucrania que abandonen el país cuanto antes por todos los medios disponibles. La razón de ello, es prevenir «una guerra mundial» en caso de que los militares de EEUU tengan que realizar la evacuación y se enfrenten hipotéticamente a los soldados rusos.
Al mismo tiempo, el mandatario del país norteamericano destacó que su par ruso, Vladímir Putin, no hará nada que tenga un impacto negativo en los ciudadanos estadounidenses que están en Ucrania.
Cómo Occidente vende humo
«Ya puedo predecir el desenlace de todo este drama interpretado por Occidente e incluso montar una tragedia, aunque cada vez se parece más y más a una comedia», comentó Lavrov.
«Dentro de algún tiempo los países occidentales verán que las maniobras ruso – bielorrusas han terminado y las tropas rusas vuelven a Rusia, y entonces armarán un gran alboroto, para demostrar que Occidente ha logrado hacer que Rusia desescale la situación», detalló el canciller ruso.
Pero, en realidad, será como «vender humo», agregó, pues todos saben y se anunció con antelación que al finalizar las maniobras conjuntas las tropas rusas volverán, como siempre, al territorio ruso.
Lavrov sobre las relaciones entre Rusia y China
El canciller ruso también dijo que le contó a su homóloga británica sobre las relaciones diplomáticas que mantienen los dos gigantes asiáticos, incluida la última reunión que tuvo lugar entre el presidente ruso, Vladímir Putin, y su par chino, Xi Jinping.
De acuerdo con Lavrov, dichas relaciones en todos sus niveles se mantienen sobre la base del respeto mútuo, el balance de intereses, igualdad sin la lógica de «dirigente y dirigido, que se puede observar en la alianza transatlántica».
Las tensiones en torno a Ucrania se agravaron en los últimos meses. Las potencias occidentales acusan a Rusia de acumular tropas en su frontera con Ucrania, lo que consideran una preparación para una invasión.
Moscú niega las acusaciones y afirma que no tiene intención de lanzar una operación militar contra ningún país. Además, Rusia señala la actividad militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y acusa a la Alianza Atlántica de buscar pretextos para emplazar más equipamiento militar cerca de sus fronteras.
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