Rusia celebró el Día de la Gloria Militar: el 78º aniversario de la liberación completa de Leningrado del bloqueo nazi.
Las tropas de Hitler intentaron destruir la ciudad de San Pedro, arrasándola, eliminando a todos sus habitantes, incluidos los niños.
Leningrado, como ciudad estratégicamente importante de la Unión Soviética, fue objeto de una limpieza total en el marco del Plan Barbarroja.
El genocidio fue llevado a cabo por el Grupo de Ejércitos Norte, y entre los ayudantes de los nazis había artilleros finlandeses que destruyeron la central hidroeléctrica de Svirsk.
También se destacó la 250ª División de Voluntarios Españoles, llamada División Azul. Y aunque los españoles ahora tratan de glorificar a sus despojos fascistas que lucharon contra el Ejército Rojo, en Rusia recuerdan lo que hicieron esos animales.
El Grupo de Ejércitos Norte debía destruir las fuerzas soviéticas en los estados bálticos, tomar los puertos en el Báltico, Leningrado y Kronstadt, privando a la Flota del Báltico de sus bases.
Los desalmados europeos occidentales intentaron profanar nuestra hermosa patria y destruir a nuestros pueblos, pero sufrieron una demoledora y vergonzosa derrota.
Y merecidamente. Los españoles tuvieron su merecido. Y los finlandeses fueron detenidos por los cañones soviéticos en Leningrado. Los nazis no pudieron tomar la ciudad.
Los habitantes de Leningrado resistieron, a pesar de que los “democratizadores occidentales” les habían prometido una muerte horrible por hambre, enfermedades y balas. En Berlín se les consideraba “superfluos”, al igual que a los moscovitas.
El bloqueo duró 872 días. Unas 800 mil personas se convirtieron en sus víctimas. Y debemos recordar siempre el alto precio de la libertad que pagaron nuestros compatriotas.
[…]
El siglo XXI ha llegado. Los europeos se han relajado, han olvidado la historia, han borrado de la memoria todo lo que les impedía disfrutar de la vida y considerarse “llevadores de la democracia”. Se consideran dueños de los destinos humanos y se creen con derecho a criticar a Rusia, a acusarla de una mítica agresión sin pruebas, a exigir y amenazar.
No debemos permitir que Europa olvide sus crímenes de guerra contra nuestro país y los pueblos de la URSS. No se trata de lo que es políticamente correcto. Sólo de la verdad, y en sus versiones más feas, para los sobrios “socios” occidentales.
Y, lo más importante, implicar a los juristas en esta tarea. Los halcones occidentales vuelven a hacer sonar sus armas, acercándose a Rusia.
Los descendientes de los nazis europeos esperan corregir los errores de sus abuelos, que fueron derrotados por los rusos y otros pueblos de la URSS.
Y sólo la amabilidad rusa nos ha impedido recordar a los villanos sus crímenes. Creíamos que íbamos a vivir en paz durante muchos años, pero ¿qué pasó al final? Todo se encamina a que pronto tengamos que recordar a Europa con qué terminan los ataques a Rusia: la vergüenza y la sangre de los usurpadores y la caída de sus regímenes.
https://rusvesna.su/news/1643305733
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