Las diatribas contra España por parte de López Obrador, conocido como AMLO por sus iniciales, han sido una constante desde que exigió en 2019 al rey Felipe VI que ofreciera disculpas a los pueblos indígenas de México por los abusos cometidos durante la conquista. La mayoría de analistas políticos mexicanos consideran estos ataques como un ejercicio de retórica de cara a su electorado. Sin embargo, nunca había llegado tan lejos como para sugerir una posible paralización de las relaciones entre ambos países
"Queremos tener buenas relaciones, pero no queremos que nos roben", apuntó el mandatario, quien agregó que la relación actual con las empresas españolas no es buena. "A mí me gustaría que hasta nos tardáramos en que se normalizara (la relación), para hacer una pausa, que yo creo que nos va a convenir a los mexicanos y a los españoles. Desde luego, al pueblo de México y al pueblo de España", agregó.
Afirmó que existía un "contubernio arriba, una promiscuidad económica y política en la cúpula de los Gobiernos de México y de España", durante el mandato de sus predecesores, pertenecientes a partidos políticos actualmente en la oposición. A lo largo de este tiempo, México era el que llevaba la "peor parte", porque "nos saqueaban". "Entonces, vale más darnos un tiempo, una pausa", reiteró.
Cuestionado sobre si se pedirá la salida del embajador, el presidente mexicano aseguró que no se producirían peticiones formales de ningún tipo. "No, eso no se puede hacer, imagínense los internacionalistas, los diplomáticos, si de por sí me cuestionan porque soy de Tepetitán (Tabasco, lugar de nacimiento del mandatario)", respondió. El Confidencial contactó con la Embajada de España en México, que indicó que, por ahora, no habrá un pronunciamiento oficial al respecto.
Como en otras ocasiones, el presidente hizo estas declaraciones al recordar presuntos actos de corrupción de las empresas españolas durante Gobiernos anteriores. En particular, nombró a Repsol e Iberdrola, que hicieron contratos con las Administraciones de Vicente Fox (2000-2006), Felipe Calderón (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018). El pasado 19 de enero, AMLO acusó a estas dos compañías de llevar a cabo "una especie de segunda conquista", en particular tras la reforma energética de 2013 que abrió el sector a la inversión privada.
Las declaraciones de AMLO llegan dos semanas después de que España aprobara el nombramiento de un nuevo embajador mexicano en Madrid. El nominado, Quirino Ordaz Coppel, es un político sin experiencia diplomática y el gobernador saliente de Sinaloa, uno de los estados más violentos del país. Tras la conferencia de prensa, el presidente del opositor Partido Acción Nacional (PAN) en la Ciudad de México, Andrés Atayde, criticó en declaraciones a El Confidencial la "visión de isla" de López Obrador. "Sus posturas aíslan a México de los países que históricamente han sido amigos. Repercutirá irremediablemente en el turismo, la inversión y el comercio", lamentó.
El Confidencial
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